martes, 8 de diciembre de 2015

La chica que odiaba a los niños

Esa era yo. Una chica que no quería saber nada de niños. Yo era de las que cogía a los niños casi con pinzas para decirte... "toma, que no se como se usa esto". Supongo que de eso hace ya mucho tiempo, o tal vez no... Si que es cierto, que a los 24 de pronto se despertó en mi una especie de instinto maternal, de pronto,... quería ser mamá! Evidentemente no era el momento. Y aún no he tenido ese momento tampoco. Sin embargo diré que quería ser mamá, pero sólo tenía interés por mis propios hijos. El resto de los niños... me seguían pareciendo odiosos, unas maquinas incomprensibles a las que no entendía porque había personas que se pasaban el día diciendo "abubububu eñiquitriquiti oioioioi bububu aaaajoooo ajooooo" en serio! ¿hay algo más absurdo?

Y de repente... llego ELLA, mi sobrina, esa pequeña que consiguió derretir esa capa de hielo que reforzaba mi corazón, mi sobrina, la niña de mis ojos, la que nunca me canso de mirar, y con la que nunca me canso de decir o hacer tonterías.

De esto hace solo dos años y a partir de ella... cualquier niño ha sido capaz de invadir mi corazón sin trabas. Ella me despojo del hielo, rompió todos mis moldes, y ahora hasta el niño más desconocido o endiablado para mi es capaz de inundarme de emociones.

Hace poco entraba a trabajar en un recurso inundado de niños que han terminado invadiendo mi corazón, la despedida hace una semana fue terrible, porque de cada uno he recibido momentos y emociones maravillosas Eran niños que estaban deseando recibir, y lo que ellos me han dado apenas llega a una quinta parte de lo que yo les he dado.

La capacidad de amar de un niño es realmente inmensa, cualquier sentimiento en un niño es 100.000 veces más intenso que la de un adulto. ¿Dónde nos dejamos esa inocencia los adultos? ¿Porqué perdemos esa parte tan bonita del ser humano al crecer? Podéis decir que tengo el complejo de Peter Pan si queréis pero creo que nadie debería perder esa intensidad de vivir y sentir por todo lo que nos rodea. Yo procuro no hacerlo.

Un consejo: Si aún no lo habéis perdido,... no lo perdáis. Y si lo perdisteis, por favor, tratar de recuperar esa intensidad, no os arrepentiréis. Es cierto, las emociones negativas serán también más intensas, ¿pero os imagináis lo que puede hacer de vosotros una emoción positiva?

Merecerá la pena!

No hay comentarios:

Publicar un comentario